miércoles, 29 de agosto de 2007

Noche de tacos

El caldero humeante, el toldo de color y la bombilla desnuda, con los manojos de cilantro y los verdes limones. La calle, oscura, esta húmeda después de la lluvia de la tarde, un currela se ha parado a cenar de camino a casa, una chica espera cerca, segura a la luz del puesto.

Los puestos de tacos, se convierten llegada la noche en faroles. Aparecen de repente en las irregularmente, en el sentido más literal del término, iluminadas aceras de la ciudad generando un halo de seguridad alrededor.

martes, 28 de agosto de 2007

De biorritmos y pegatinas

Estoy de entregas, por eso he abandonado momentáneamente mis escritos, para mi cuerpo esta siendo fatal, aún no es ni setiembre y ya estoy pringao hasta el cuello. Mis biorritmos no saben lo que es esto asi que llevo unos días de los más amargado.

Hoy sin embargo, no he podido más que sonreir tras cruzarme con una furgoneta que llevaba la siguiente leyenda pegada en el parabrisas:

"Viajo con Dios, si no vuelvo es porque estoy con él"

¡Lástima de cámara!

Os quiero

martes, 21 de agosto de 2007

Oficios del DF: El puerco

Ha llegado la hora de hablar de uno de los factores que han proporcionado a México DF la etiqueta de ciudad violenta e insegura: los puercos, que como su mismo nombre indica son, amigos míos, los policías.

La cantidad de policía que se ve por las calles de la ciudad es abrumadora, por las de los buenos barrios obviamente, Hay policías de todo tipo: tránsito, seguridad ciudadana, de barrio, granaderos (ayer tras el derbi futbolero Pumas-América vi un camión de los granaderos, los antidisturbios de aquí, con una enorme pegatina en el parabrisas que rezaba: GUERREROS. Ahí es nada)...

Los que más abundan son los encargados de defender la propiedad privada, hay a uno en la puerta de cada banco, Wall-Mart o establecimiento que tenga pasta en su interior. Y nada de mariconadas, aqui los que protectores del capital se dividen en dos: los que llevan escopeta y los que prefieren metralleta. En fin por lo visto si te asaltan no debes de esperar ser socorrido por estos, que pese a estar bien armados, su única tarea es defender bienes, no personas.

Otra de las características de los puercos es que cobran un sueldo miserable y además se tienen que costear su uniforme. Esta extraña obligación hace que veas policias con chalecos antibalas (todos lo llevan) que les llegan hasta las rodillas, que debieron ser de su primo el que jugaba al basket en la liga del cuerpo. Volviendo al sueldo (y al uniforme que no veais la de chapitas, bordados y otras chuminadas que llevan, deben de costar un pastón) lo ajustado de su economía hace que tengan que buscarse la vida para redondearse el salario.

En el Norte es algo más fácil, porque como hay un narcotráfico solvente, surjen muchas oportunidades. Pero en el DF la cosa está más difícil. Difícil, no imposible. Con 23 millones a los que extrosionar, quien no se hace unos duros es porque no quiere.

Le llaman la mordida, y consiste básicamente en cobrarse in person la supesta infracción cometida por un cualquiera. Puede ser que te pillen haciendo una pirula con el carro (o que no sea una pirula), o bebiendo una cerveza en la calle o cualquier delito por pequeño que sea. Los chilangos han desarrollado su propio arte para negociarse a los puercos.

Por ejemplo: cuando pillan a un chaval fumando un cigarrito de la risa, que aquí está muy mal visto y puede ser motivo de una aguda crisis familiar. El delito en sí no es muy grave (siempre que sólo sea un cigarrito), te llevan a comisaría y tienes que pagar unos 200 pesos o algo así. El puerco tantea al chaval, que no quiere bajo ningún concepto que se enteren sus jefes, aqui es donde la pericia y la capacidad negociadora desempeñan un papel vital. Cuanta más lana aparente tener más le van a pedir y según sus propuestas ellos van a ir subiendo (al contrario de lo habitual en un regateo, el precio sube con cada oferta), si la presa flaquea (y tiene pasta) pues acaban llevandose su Ipod, su play station o lo que sea.

El secreto del negociador avezado es decirle:

-Mira mi mamá ya sabe que fumo, no estoy haciendo daño a nadie, lléveme a comisaria y pago la multa, aunque así pues claro usted no va a ver ni un varo. Venga jefe lo dejamos en 120 pesitos y así nos quedamos los dos contentos-

En fin, yo pienso que hay que echarle bastante valor para salir de esa, pero sinceramente espero no verme negociando nunca con un puerco. Esto a nivel cotidiano de patrullero así sin más.

Para los que no conozcan y estén interesados en más detalles acerca del cuerpo, especialmente de la Policía Federal Preventiva, poned en Google Atenco o Oaxaca y flipad.

Pues este es el panorama. Y todos nosotros quejándonos de nuestra policía......... bueno, todos todos no ;)

Besos

Y felicidades Carlet por ese cuartito de siglo.


domingo, 19 de agosto de 2007

La Central de Abastos

En esta tremenda urbe que es Ciudad de México, ocupando el Distrito Federal, casi todo el Estado de México e invadiendo ya los estados vecinos, podemos encontrar otras ciudades alucinantes.

Una de ellas es la Ciudad Universitaria, de la que hablé en mi anterior post. Otra es la Central de Abastos que viene a ser como el mercado más grande del mundo o por ahí le anda.

Está situada en Iztapalapa, una de las delegaciones más pobladas, y pobres, del DF. Si en algún momento os entra la curiosidad (por ejemplo ahora tras leer mi comentario) y visitais la ciudad a través del Google Earth, podreis identificar las delegaciones en funcion de su color. Las más pobres son grises y sin vegetación ni apenas espacios libres. Las más poderosas serán rojas, espaciosas y llenas de árboles. La densidad de población de las colonias grises es altísima a pesar de que sus edificios no superan el par de alturas, incluso a veces más que barrios acaudalados con torres de varios pisos.

La llegada es espectacular, como si de un peaje de autopista se tratara, no para de tragar coches y más coches que llegan (aqui se abatecen desde los mercadillos, las tiendas de ultramarinos (abarrotes), particulares...) Las naves minoristas están divididas por productos, abarrotes, lácteos, frutas y verduras, carnes...y están formadas por locales (bodegas) que tienen un frente en el que sirven y una trasera por la que cargan los camiones. Las naves mayoristas son simples techados dónde se pone el género y se subasta.

La primera que visito es la nave de abarrotes, el olor a chiles es mareante, casi puedes notar su picor, sacos y sacos de las cientos de variedades que se manejan por acá, así a granel, nada de envases ni otras cosas de esas de la nueva era de los paquetitos.

Las de frutas y verduras están abarrotadas, con un ojo miras el género, bastante más barato que en las tiendas y con el otro vigilas que no te atropelle ningún cargador con su carrito. El esquema del tráfico de la ciudad se repite aquí, el que tiene más volumen pasa.

Los tenderos, al saber que soy extranjero, me agasajan, me dan a probar las frutas que nunca he probado. De pronto: -¡Aguas!¡Aguas!¡Aguas!- Un carrito casi me rebana un pie, no se detienen por nada del mundo.

La Central repite los esquemas de la sociedad, mientras me invitan a fruta en las naves, fuera donde se amontona la verdura descartada una señora con sus hijos escarba tratando de recuperar la que este mejor para poder comer.

Tras dos horas intensas de paseo por las naves buscando el mejor precio para los mangos, recuperamos fuerzas con unas quesadillas. Queso de Oaxaca (¡Qué invento!) fundido en una tortilla de maiz con variedad de condimentos a elegir. Los mios: frijoles y papas cocidas y guacamole (Híjale que picor). Receta: al seudoguacamole que nos preparamos allá le faltan invarieblemente dos componentes esenciales, el cilantro y el chile (por si alguien se anima).

A la salida unos pesitos al policía que nos hace de gorrilla, una de las maneras con las que redondean sus pingües ingresos, algún día hablaré de las otras.

Lástima de cámara, en mi próxima visita no fallaré.

Os quiero

viernes, 17 de agosto de 2007

Universidad

Acabo de llegar a casa tras completar mi primera semana de clase, de momento las sensaciones son muy buenas. La CU (Ciudad Universitaria) es alucinante, además de inmensa: en ella caben nose cuantas facultades, posgrados, institutos de investigación, jardín botánico, museos, un estadio olímpico, inmensas zonas verdes, hipermercado de la universidad, varias líneas de autobuses gratuitos, una reserva ecológica, un conjunto escultórico gigante, murales de los grandes artistas mexicanos... Acaba de ser declarada Patrimonio de la Humanidad y la verdad es que es bastante impresionante.


En cuanto a las asignaturas, bastante contento, la metodología de acá es bastante más participativa, en parte porque en los setenta hubo un período llamado el Autogobierno en el que la manera de concebir la enseñanza de la arquitectura pasó un poco de clases magistrales a una relación mas bidireccional alumno/maestro. Así que se trabaja en clase, se debate... la cosa esta bastante amena. La verdad se agradece un poco el descanso del rollo superstar.

La peñita es bastante maja y además pues se me acercan y me invitan a tomar un cafe, a trabajar con ellos... Me siento bastante bien en clase. Nada que ver con entro-me trago el rollo - y me voy, casi como volver al instituto pero con unas lecciones de alto nivel.

Y por último dos perlas:

La primera es de mi clase de La Teoría de la Composición Arquitectónica:

El profesor es todo un person que lleva como 40 años dando clase, experto en vivienda mínima y reconocido arquitecto.

En la introducción a la materia, nos trata de explicar como la composición está absolutamente ligada a nuestra percepción de la realidad. Cuenta una historia real aunque con numerosas licencias poéticas:

"Es la historia de dos checos en el siglo XVI que en una noche de borrachera, se sientan en la orilla del río Moldava a mirar como amanece. El nombre de estos dos personajes es relevante, uno es Tycho Brae y el otro Nicolás Copérnico.

A medida que amanece, Brae le dice a Copérnico:

-¡Qué maravilla, cómo sale el Sol!- a lo que éste le responde
-En efecto, amigo mío, es maravilloso pero no es el Sol el que sale, sino la tierra la que se acuesta!-"

La siguiente pregunta del profesor es la siguiente:

-¿Cúanto mide una palabra?- elige una bien larga "Supercalifragilísticoespialidoso"

Si le preguntas a Tycho Brae (representante en esta historia de la mirada que no se hace preguntas) te responderá: -5 segundos-

Por el contrario si le preguntas a Copérnico te dirá: -Unos 150 kilómetros- (Teniendo en cuenta que la tierra gira alrededor del Sol a unos 30 km por segundo)

De la misma forma, en los 20 minutos, 1200 segundos, que llevo escribiendo este post, he recorrido 34.800 km. y eso sin darme cuenta ¡Ahí es nada!


La segunda perla viene de mi profesor de Arquitectura Prehispánica.

En plena disquisición sobre la tradicional concepción del mundo mesoamericano como civilizaciones antiguas extintas y ruinas... valora como todas esas culturas siguen existiendo y pone un ejemplo:

-¿Por qué en Oaxaca hay tantos maestros?-

(Los que en su lucha por unas mejoras laborales, encendieron la mecha del levantamiento popular del año pasado y la creación de la APPO, hartos del pisoteo sistemático del cacique local)

-¿Por qué no en Morelos, o en Veracruz? Pues porque Oaxaca es la tierra de los Zapotecas y su vocación siempre ha sido la constante búsqueda del conocimiento (de ahí lo de los maestros).-

Así a pesar de todo (y por suerte), las raíces prehispánicas llegan hasta hoy en día conformando, además del pasado, el presente y el futuro de la realidad mexicana.

domingo, 12 de agosto de 2007

Restaurante chino

Otra de las características fundamentales de Ciudad de México es que en los restaurantes chinos, los camareros son mexicanos.

viernes, 10 de agosto de 2007

El cruce

La vida en México DF se acumula en los cruces.

Vas caminando por las largas avenidas, todo en movimiento, la gente, los coches...De pronto llegas a un cruce de calles y toda la inercia que llevas va disminuyendo... aparecen los puestos de jugos, tacos, revistas, pilas, música, pelis...¡A diez, a diez, dieeeez, dieeeeeeeez pesos, el desayuno completo a dieeeeeez pesos!... La gente se espera... los peseros paran... suben pasajeros, bajan pasajeros...¡A Copilco por la Avenida Universidad, ya sale, ya sale!...

Los coches se enmarañan...unos quieren pasar...otros quieren dar la vuelta...aquí la máxima es keep on moving, si uno se para lo más mínimo...¡¡¡¡Piiiiiiiiiiii,Piiiiiiiiiii!!!!!

Ser peatón en el DF es ser un valiente... se explora hasta el mínimo el concepto de masa crítica... ¿Cúantos haremos falta para poder pasar y que frenen?... llegas al bordillo y te pegas al de al lado... poco a poco uno da un paso y el otro le sigue... llegan más y se unen... vas ganando en decisión... al final nos vamos lanzando y pasamos todos juntos... la pequeña cooperativa instanténea se disuelve...¡Hasta el próximo cruce!

martes, 7 de agosto de 2007

El Chopo

¿Os acordais la época de las tribus urbanas? Tol día en la tele y las revistas, a cada poco una nueva. Luego llegó el mestizaje y se fueron al carajo (Menos los jevis, leales hasta la muerte, aunque seguramente esteriles, ya sabeis lo de los pantalones ajustados ¿no?)

Bueno pues acá en México no han muerto y todos los sábados sacan a pasear sus mejores galas al Tianguis (mercadillo) Cultural del Chopo. Ni en Camden, ni en Amsterdam, ni en ningún otro sitio fashion-contracultural he visto semejantes tremendos punkis con cresta rosa de medio metro, siniestros con capas aterciopeladas, emos de esos de pitillo y flequillo imposibles (que allá por suerte ni han llegado), rude boys casi casi salidos de Jamaica...

Además, ambientazo, con una radio emitiendo en directo, música por todos lados, ropa de todos los estilos, pegatinas, parafernalia fetichista varia, exposiciones de fotografía gore, barbies diabólicas...Todo un lugar

viernes, 3 de agosto de 2007

Oficios del DF: La venta del semáforo

Bueno empiezo aqui una semblanza de diversos oficios que pueden encontrarse en las calles de DF. En México hay mucha gente que sobrevive gracias a lo que "científicamente" se llama economía informal. En realidad es para mi la acepción más pura del clásico término ganarse el pan.

Mi favorito es el hobre del pañuelo rojo pero como aún no he conseguido tomarle una foto a ninguno voy a empezar por los semáforos.

Allá estamos acostumbrados a que de vez en cuando en algún semáforo se nos acerca alguien a limpiarnos el parabrisas del coche o a vendernos un paquete de klinex. Bueno, acá en el DF podemos encontrar en cada cruce un poco grande, la más variopinta gama de servicios y productos:

Limpieza de parabrisas (por supuesto), venta de juguetes, artesanía, caramelos, periódicos, malabares, organilleros...
Pero los más llamativos son los que visten como mecánicos de fórmula uno.



Generalmente venden periódicos o caramelos y su uniforme es como un panel publicitario. Tanto ellos como el resto de vendedores de semáforo se reparten los coches a los que ofrecer sus productos.

Estas impresiones las escribo en tono jovial, aunque la realidad pues os podeis imaginar que es bastante jodida, muchas veces los vendedores son niños o viejitos y esto la verdad es que es un curro bien duro.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Un muertito

Había un revuelo de coches de policía y la señora le preguntó a un agente.

-Nomás un muertito por disparo- respondió este con una tranquila sonrisa de fundas de oro.

NOTA: Nomás me di la vuelta y volví por donde había venido.