lunes, 15 de junio de 2009

Tiempo extra

entrada técnica para mantener esto un poco activo

sábado, 3 de mayo de 2008

¡Extra,extra!

Es costumbre aquí en México, como lo era en España hasta hace bien poco, que toda suerte de vendedores pasen por la calle tocando algún tipo de sirena, bocina, silbato, megáfono, avisando de su presencia.

Bollos, pan, agua, tamales, camotes (boniatos) asados, chatarra, chapuzas, el afilador (y su flauta)...

El afilador, ese todavía se oye por Madrid, verdad Dani ;)

Esta mañana, desde las ocho de la mañana hasta las once, he oido el más increible de todos:

-¡Asesinado a balazos en su propia casa en Cerro del Hacha, en la colonia Romero de Terreros (a dos cuadras de mi casa), todos los detalles en el periódico!-

Increible. Hay unos tipos que se ganan la vida, abriendo el periódico de sucesos bien pronto por la mañana y desplazándose allá donde se haya cometido algún terrible crimen a ver si pueden aprovechar y vender unos ejemplares.

Después de tres horas de cantinela ininterrumpida, todos los vecinos andabamos bien calentitos.

No me extrañaría nada que en unas horas apareciera otro gritando:

-¡Extra, extra! Asesinado a balazos vendedor de periódicos en la Romero de Terreros.-

Aprovecho:

Chavalas y chavales que os habeis decidido a veranear en México, me habeis dado una enorme alegría y que sepais que ando ansioso y emocionado a partes iguales.

¡Felicidades Mami!¡Felicidades Omi!

viernes, 21 de marzo de 2008

En el Retiro

Dos señoras mayores pasean a sus perros por el Paseo de Coches:

-Ayer por la noche me vi la de Misión Imposible que ya la había visto pero me faltaba el final...-
-¡Chuchi ven aquí!-
-...y cuando acabó me pasé a Ben Hur y todavía estaban por las carreras-
-¡Chuchiiiiiiiii!-

lunes, 10 de marzo de 2008

El tiempo duele

Viernes en la tarde. Suben al vagón una pareja de ancianos apurados por aferrarse a las barras antes de que arranque el tren. Les cedemos nuestro asiento y la ayudamos a ella, que es casi ciega, a sentarse. Durante el trayecto intentan hablarse, pero el ruido de la marcha se lo impide:

-¿Por cúal vamos?- pregunta ella
-Por Niños Héroes- responde él
-¿Quéee?-
-No te preocupes, yo te aviso-

Al llegar a su parada, él la llama para que se levante, apurado por si no les da tiempo a bajar. La viejita no quiere porque teme caerse. La ayudo a ponerse en pie y la llevo hasta la puerta junto a su marido. Ella me da las gracias y él me mira. Su mirada de gratitud poco a poco se va nublando hasta llenarse de lágrimas.

En su cara leo la impotencia ante el paso del tiempo y la vejez, veo el dolor que le produce ver a su mujer apagándose día a día.

Mientras el señor llora, mirándome agarrado a la barra, mi corazón se rompe en trocitos y llora con él.

viernes, 15 de febrero de 2008

La Blanca

La historia de La Blanca se puede leer en la cara cansada de sus meseras o en las camisas, tan viejas, que un día fueron blancas, de sus meseros. Es como si el reloj (Sydney, ¡El mejor!) se hubiera detenido y con el se hubiera parado el tiempo en el local. Como si sus empleados hubieran envejecido sin darse cuenta, convencidos de que todas esas jornadas, calcadas unas a otras, hubieran sido un solo día.


Entrando a La Blanca, me acordé inmediatamente de Madrid. Las texturas, los olores, el mobiliario, la luz de fluorescente… me transportaron inmediatamente a esa esquina de cualquier calle de la ciudad en la que sobrevive, quién sabe como, un barcito o una cafetería. En ellos se oxidan, día tras día desde hace años, las mismas caras detrás y delante de la barra.


En aquella merienda descubrí que en determinados lugares se puede viajar en el tiempo y además en el espacio.

domingo, 10 de febrero de 2008

Imágenes de mi México


Aquí algunas fotillos de mis viajes....



Ambulante en Oaxaca vendiendo su cestería (próxima portada de la Lonely Planet;)

Con la Clarita en un muro de Oaxaca

Lucha de elementos en San josé del Pacífico (Oax.)

Gozándola en la playa de Mazunte (Oax.)

Atardecer en Mazunte


Yo, mi hamaca y el mar. Esta es la televisión que hay en PLaya Azul, Michoacán


La peña de Bernal (Qro.)

Un muro de Querétaro


Chac (dios de la lluvia maya), Uxmal (Yucatán)



En la isla Holbox (Quintana Roo). Sol, playa y carritos de golf.


Tulum (Q. Roo). Sol, playa y enormes gringos rosáceos



Y como no todo son viajes, entrega en la calle Tacubaya (Ciudad de México)

jueves, 7 de febrero de 2008

El cerro del Tepeyac

O lo que es lo mismo, el parque temático de la Basílica de Guadalupe, segundo centro de peregrinación cristiana con 14 millones de visitantes al año (ni Eurodisney).


Domingo, 12:00 del mediodía. Desde la boca del metro se respira ya el fervor, familias enteras, muchas venidas de otras ciudades y el campo, se dirigen ansiosas como atraidas por el poder que emana el milagroso manto. Nada más cruzar la puerta del recinto algunos se arrodillan, toman a sus niños pequeños en brazos y comienzan a avanzar trabajosamente hacia la basílica más moderna y gigantesca. Ésta guarda la capa del, entonces indígena y hoy santo, indio Juan Diego sobre la cual, cuenta la leyenda, se apareció la Virgen Morena.

Dentro del espacio circular se dan misas initerrumpidas todos los días del año y es el que acapara el mayor número de fieles. Las coronas de flores se acumulan en gigantescas montañas a los pies de la Virgen. Trás escuchar el sermón durante un rato la gente se encamina al túnel que permite pasar por debajo del altar y observar el resultado del milagro de cerca. En una lenta procesión, la gente se va subiendo a las cintas transportadoras que evitan que se atasquen demasiado contemplándolo, atascando el tráfico de peregrinos.

En ese momento, cumbre en la visita, el silencio de los fieles es ahogado por el sonido (un tanto LasVegasnesco) de miles de monedas golpeando contra las cientos de huchas colocadas con gran tino mercadotécnico.

En cada salida, por aquello de la ceremonia 24/7 , se ubica sobre un podio un curilla, con gafas de sol estilo policía gringo. Mientras con una mano reparte bendiciones urbi et orbe, meneando una brocha que unta en agua bendita, con la otra recoge ávidamente las monedas más grandes que la gente le deja sobre la mesa.

Después, se recorren el resto de iglesias, cada vez más grandes, que se fueron levantando en el cerro. O se sube a lo alto del mismo, donde hay una vista estupenda de la ciudad, o se visita la enorme estatua de bronce de JP2º o el papa móvil que usó en su última visita (cuando canonizó al Indio Juan Diego) .

Acabando la agotadora jornada, las familias se sientan a comer el taquito en la esplanada central o se hacen la foto con la imagen de la Guadalupana y el retrato del Papa sobre fondo floral.



De vuelta al metro, el inmenso mercadillo de iconos y motivos kisch/católicos aprovecha la mezcla de fervor religioso y de consumo para hacer su agosto.

¡Si este esquema no es igual al de una visita al Port Aventura, que venga dios y lo vea!

La verdad es que la excursión me impactó profundamente, por la emoción de la gente (de economías muy humildes y absolutamente entregados), por la opresora sensación de circo siniestro y por la constatación de que los conquistadores siguen ahí bien presentes.

sábado, 5 de enero de 2008

El mundo por encima de las nubes

El autobús comenzaba las primeras curvas, acababamos de dejar atrás el valle seco, amarillo y lleno de milpas y nopales, adentrándonos en las montañas que habiamos visto acercarse poco a poco desde la lejanía.

Con ellas empieza el bosque, casi instantáneamente, muy tupido y oscuro, el contraste con el valle es muy fuerte. La luz de la tarde que antes se reflejaba en todo el llano, llenandolo de luz, ahora se la tragan los árboles. Subimos por la ladera este, lque nos tapa el sol y la vista.

Hace un rato que nos preguntamos cuánto falta para llegar, los mexicanos te dicen que vas a tardar tanto y luego tardas un ratote más. La subida es interminable, las curvas intensas, nos meneamos horrible en los asientos.

De pronto casi coronando la montaña, cruzamos al lado del sol y me asomo a la ventana del otro lado, lo que veo es increible:

-¡Corre clarix, ven a ver esto!-

Clara, Manu y yo no dabamos crédito a lo que estabamos viendo. Los tres con la cabeza fuera del camión, alucinando. La vista al otro lado de las montañas era pura magia, el sol bajaba anaranjado, poniéndose sobre un mar de nubes. Las montañas atrapan a lo largo del día las nubes que suben desde el Pacífico y las acumulan para ofrecer un paisaje bellísimo y distinto cada atardecer:


Alucinando, apenas reaccionamos cuando el conductor nos avisa:

-San José del Pacífico, su parada-

Nos bajamos a toda prisa, olvidando el saco de dormir de Clara, su neceser y la mosquitera que Kuini me dejó (lo siento bella). No importa, estamos en el único lugar en el que queremos estar, ¡Un puerto de mar a 2700 metros de altura!

Bueno aqui me quedé, tengo que dejarlo porque seguimos viaje, ya con los papis. Otro dia hablaré de Cata y su casita de cuento y de como se detiene el tiempo por allí...

Feliz año a todos y sobretodo mil gracias por ese regalazo en forma de cuaderno, que hay que ver como os portais conmigo, se me parte el corazón. Cuidaros muchisimo bell@s!


Os quiero (mucho)

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Recargando

Nueva crisis de mi blog, nuevo comienzo, nuevo año, nuevos propósitos para darle continuidad...

Vamos a ver, desde mi último post han pasado muchas cosas, sobretodo entregas, el último mes de clases ha estado apretado y me ha mantenido alejado de él. Támbien han habido viajes: Día de muertos en el lago de Pátzcuaro, Michoacán, viaje con mi clase a Mérida en el Yucatán y sobretodo desde que llego la Clarita, una ruta por Oaxaca y Chiapas.

En fin que no sé por donde empezar a contaros, quizá por la sensación que cada día se me hace más y más patente, lo peor que ofrece México es sin duda su capital.

No es que me queje del DF, pero cada vez que salgo y conozco otros lugares, regreso a la gran chimena preguntandome ¿Por qué?

Es increible cómo nos adaptamos a los sitios y las situaciones. El otro día caminaba en la tarde con Clara por la ciudad, se me ocurrió mirar al cielo y no logré verlo, estaba cubierto de una espesa neblina marrón. Sólo se veía azul un trocito en perpendicular a nosotros, al mirar al frente incluso el sol se difuminaba por la mierda suspendida en el aire.

El segundo despúes fue el de respirar profundo y constatar que la ciudad huele mal y lo peor de todo que estaba totalmente acostumbrado. Sólo la presencia de mi hermana, que me daba el contraste de mi realidad cotidiana hizo que me diera cuenta.

En fin, que esto no es un post de mala onda, es sólo que 23 millones de personas juntas no puede salir bien.

Pero bueno, lo importante es que esto refuerza mis ganas de explorar el resto del país. Y poniendome un poco pesado esbozo un plan para el veranito. Yo acabo las clase para mediados de junio, nuestro querido Profesoreto ha dado un paso al frente y el 2 de Julio ya lo estoy esperando ansiosamente, así pues emplazo a quién se anime a unirse a la aventura.

Propongo alternativas: desde mochileo a tope, raid (autoestop) y lo que surja, hasta comprarnos un autobús escolar de los años 70 de 19 plazas por unos 6000 dólares y rodar y rodar.

Este es el sueño, la forma final la modelamos poco a poco.

Pronto os hablo de mis viajes y cuelgo unas fotos....

Besitos lindos

jueves, 1 de noviembre de 2007

Dos weies

Hoy he conocido a dos weies, uno ha escalado el Everest, el otro quiere ser narco:

-¿Y tu a que te dedicas?-
-Estudio ciencias políticas.-
-¡Que chido! ¿Vas para presidente?-
-No mi carnal, para narco.-
-¡No mames!-
-Si wei, quiero entrar en la mafia o si no en una banda de California o en la Mara Salvatrucha. Aún no se dió la oprtunidad así que mientras tanto estudio políticas.-

Gordito cara de pan con gorra y gafitas de pasta, dispuesto a matar a su mama para poder entrar a un cártel chingón.