lunes, 10 de marzo de 2008

El tiempo duele

Viernes en la tarde. Suben al vagón una pareja de ancianos apurados por aferrarse a las barras antes de que arranque el tren. Les cedemos nuestro asiento y la ayudamos a ella, que es casi ciega, a sentarse. Durante el trayecto intentan hablarse, pero el ruido de la marcha se lo impide:

-¿Por cúal vamos?- pregunta ella
-Por Niños Héroes- responde él
-¿Quéee?-
-No te preocupes, yo te aviso-

Al llegar a su parada, él la llama para que se levante, apurado por si no les da tiempo a bajar. La viejita no quiere porque teme caerse. La ayudo a ponerse en pie y la llevo hasta la puerta junto a su marido. Ella me da las gracias y él me mira. Su mirada de gratitud poco a poco se va nublando hasta llenarse de lágrimas.

En su cara leo la impotencia ante el paso del tiempo y la vejez, veo el dolor que le produce ver a su mujer apagándose día a día.

Mientras el señor llora, mirándome agarrado a la barra, mi corazón se rompe en trocitos y llora con él.

1 comentario:

Anónimo dijo...

juer...maestro...casi lloro yo...me gusta el titulo "el tiempo duele"... a mi edad la frase seria algo como "el tiempo solo pasa" pero supongo que es por nuestra percepcion...para que el tiempo llege a doler supongo que antes tenemos que utilizarlo, vivirlo, disfrutarlo, para llegar a sentir que se nos acaba... casi lloro, pero no de pena, de envidia por el sentimiento que les une...
besazos maestro...cada dia escribes mejor...